El gran problema de las bolsas de caca para perros
Por sandra
El gran problema de las bolsas de caca para perros
Ya hemos conseguido reducir el número de bolsas de plástico que utilizamos cuando vamos a comprar la comida, pero ¿te has planteado cuántas bolsas usas para recoger los excrementos de tu peludo???
Un perro medio usa entre 2-3 bolsas para excrementos al día, esto supone unas 90 bolsas al mes y casi 1.100 bolsas al año. Si la esperanza media de vida de un perro hoy en día es de entre 10 y 13 años, son entre 11.000 y 14.000 bolsas a lo largo de su vida que, en el mejor de los casos, acaban en la basura.
Se estima que el 97% de estas bolsas son de plástico convencional, no biodegradable y fabricado a partir de petróleo. Además, muchas acaban abandonadas en la naturaleza; en parques, bosques u otras zonas verdes; escondidas entre arbustos, en ríos, lagos,.. donde es aún más difícil su recogida para un correcto procesamiento. Estas bolsas tardan cientos de años en degradarse y se deshacen fácilmente a la intemperie debido a su bajo espesor, esto acrecienta el problema de los microplásticos en el ecosistema y tiene un gran impacto ecológico.
El uso de bolsas biodegradables y compostablesdisminuiría este problema, aunque nunca se deben abandonar los excrementos de tu peludo en lugares inapropiados ya que pueden contener huevos o larvas de parásitos que también dañen la fauna local.
Si además estas bolsas están hechas de materias primas renovables como el almidón de maíz, los subproductos de la fabricación del papel, etc que reaprovechan sobrantes de otras actividades industriales o ganaderas, el ahorro en CO2 y petróleo para su producción es mucho mayor.
Al hablar de bolsas compostables debemos tener en cuenta que deben serlo en condiciones reales, no requerir de una planta de compostaje industrial para ello. El gasto en energía invertido en que estas plantas alcancen los 70°C necesarios para procesar ciertas bolsas “compostables”.
Lo ideal es que las bolsas sean compostables a entre 20 y 30°C, produciéndose a esta temperatura una oxidación e hidrólisis de los materiales hasta convertirse en H2O, CO2, sales minerales y biomasa. Así se pueden compostar en casa o desechar en el contenedor marrón (orgánico) para que sean procesadas correctamente. Además, si acaban en la naturaleza, pueden degradarse en unos años y sin producción de microplásticos.
Pero, ¿qué otras opciones hay al plástico convencional y qué inconvenientes tienen frente a las bolsas biodegradables y compostables?
Plástico reciclado: Fabricados a partir de plásticos convencionales ya existentes. Aunque su uso puede suponer un ahorro considerable en la producción de CO2, siguen generando microplásticos cuando se degradan.
Bioplástico: Son plásticos hechos a partir de materiales renovables, por lo que el ahorro en CO2 puede llegar a ser de hasta el 70% frente a los plásticos convencionales. Pero siguen sin ser biodegradables y su descomposición es tan lenta como la de los plásticos convencionales.
Plásticos OXO: Son plásticos fabricados a partir de plástico convencional y sales metálicas. Son biodegradables pero están prohibidos en la Unión Europea desde este mismo año 2021, ya que aunque se vendían como una opción ecológica, la producción de microplásticos resultante de su degradación era igual a la del plástico convencional.
Bioplásticos de alcohol polivinílico: Son solubles en agua, lo que disminuye su impacto ecológico. El problema de estas bolsas es que son difíciles de transportar ya que se deshacen con la lluvia o el sudor. Además, una vez llenas las heces también pueden deshacer parcialmente la bolsa causando escapes y mal olor.
Papel: Son claramente biodegradables, pero suponen un gran gasto de materia prima y tienen el mismo problema que las de bioplástico de alcohol polivinílico en cuanto a la humedad se refiere.
Intentando ayudar con este problema que nos atañe a todos, desde CRU traemos una opción de bolsas para excrementos biodegradables y compostables. La vida de los peludos será mejor si todos ponemos un poco de nuestra parte.
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